Cómo planear la comunicación para el desarrollo de políticas públicas de turismo sostenible (I)

La comunicación es una disciplina y una herramienta muy valiosa para potenciar y facilitar la planificación y la implementación exitosa de políticas públicas de turismo sostenible.

Planear la comunicación para el desarrollo de políticas públicas es en sí una tarea muy ardua y compleja, más aún por la gran diversidad y complejidad de actores y factores que confluyen en un área como la del turismo.

Sin embargo, existen maneras de llegar a buen puerto, y para eso, en este post me he propuesto sistematizar algunas ideas y pasos claves que tiene que dar cualquier profesional, organización o gobierno que esté pensando en incorporar un componente de comunicación estratégica y comunicación para el desarrollo en el sector del turismo.

Metodología de trabajo: ¿Por dónde empezar?

Para facilitar el trabajo,lo primero que tenemos que hacer es

Diseñar una metodología de trabajo transversal y a medida,

y dentro de ella, comenzar a recabar información, bosquejar e interpretar datos y compartir el conocimiento acumulado

Respecto a cómo diseñar una metodología de trabajo transversal y a medida, será tema de otro post, pero mientras tanto, voy a contarles cómo hacer para empezar a diseñar la estrategia.

Podemos empezar a hacernos preguntas, escribirlas y compartirlas,

para que nos de luz sobre las principales problemáticas, las interrelaciones, las redes de trabajo, la estructura de los actores involucrados, grupos de interés o “stakeholders», término que se utiliza para definir a los públicos interesados o al entorno interesado.

¿Qué tipo de preguntas nos podemos hacer?

Las preguntas pueden estar orientadas a construir una o dos frases claves, que guíen la estrategia de comunicación, el discurso comunicativo.

Para ello, nos remitiremos a las preguntas de QUIÉN, QUÉ, CÓMO, DÓNDE, CUÁNDO, POR QUÉ, PARA QUÉ, CUÁNTO.

Si no sabes cómo hacerte preguntas o dónde encontrar esas respuestas, te recomiendo una pequeña inmersión en el contexto o campo de trabajo, que te permita «vivir la experiencia» desde distintos puntos de vista y actores.

De esa manera, podrás enriquecer tu estrategia con elementos del diseño de experiencia, o el diseño de estrategias centrado en el usuario. Este es un tema también bien complejo, que tal vez podamos conversar en otro post. 🙂

Mientras tanto, les dejo mi experiencia de turismo sostenible y comunitario y cómo conté la historia que me permitió adentrarme en el contexto de los actores y el territorio, y diseñar desde allí la estrategia de comunicación para el desarrollo.

En un principio, no es necesario hacerse TODAS las preguntas, pero sí es necesario comenzar por las más importantes, que tienen que ver con QUIÉNES, QUÉ y CÓMO, es decir: INTERLOCUTORES-ACTORES, MENSAJES CLAVES, MEDIOS Y CANALES.

Voy a darte algunas pistas respecto a estas preguntas y cómo gestionar la información principal.

En esta primera entrega del post, vamos a comenzar a preguntarnos QUIENES son los actores involucrados que tengo que tener en cuenta en la estrategia de comunicación para el desarrollo de la política pública de turismo sostenible.

La idea es que poco a poco, podamos ir construyendo una estrategia de comunicación general, teniendo en cuenta las recomendaciones y guías que iré preparando para las distintas entregas, de modo que cada quien lo pueda adaptar a la realidad de vuestras instituciones o gobiernos.

Tener en cuenta que esta NO es una estrategia a medida, y que por lo tanto, el éxito de cada estrategia dependerá de la creatividad, el conocimiento y el talento de cada profesional de proyecto que se dedique o investigue respecto a esta temática, del equipo con el que cuente, y de los recursos disponibles. Como todo, no hay magia en esto, sino trabajo y más trabajo. 😉

QUIENES

El sector turístico se caracteriza por la gran fragmentación de actores, sin embargo, podemos diseñar un mapa visual y apuntar aquellos que estén más cerca de ser afectados directamente por las decisiones de una política pública de turismo sostenible, y aquellos que estén más cerca de tomar dichas decisiones.

Ejemplos:

• Autoridades públicas de sectores del gobierno en áreas como turismo, economía, medioambiente, cultura, transporte, y educación. Tanto del área de ministerios, como de gobiernos locales.
• Negocios y empresas de turismo, restauración y hostelería, operadores y guías turísticos, y otros proveedores de servicios relacionados, pequeños y grandes
• Empresas B, áreas de responsabilidad social de algunas empresas de turismo o de servicios relacionados.
• Comunidades, activistas y grupos sociales que viven y trabajan en el territorio, directamente relacionados con el turismo y el cuidado del medioambiente
• Organizaciones sociales e instituciones que trabajan en el sector turístico o prestan y desarrollan productos y servicios relacionados al turismo
• Medios de comunicación y periodistas turísticos y de medioambiente
• Universidades y otras instituciones de educación en turismo, medioambiente, etc.

Para poder trabajar con tantos actores, es recomendable mapearlos.

¿Cómo lo hago? No te preocupes, aquí tienes “Guía para diseñar una matriz de actores para una estrategia de comunicación” de manera participativa y abierta.

Además te puedes descargar un check list infográfico para organizar el mapeo de actores aquí. 😉

Hasta aquí espero te haya servido mis recomendaciones para que empieces a diseñar desde tu organización, institución o empresa.

¿Qué sigue ahora?

Ponerse a trabajar. Descarga y completa la planilla, o haz tu propia planilla. Cuando tengamos todo listo, podemos pasar al siguiente nivel con más tips y recomendaciones para completar todos los pasos y aprender juntas/os a «Cómo planear la comunicación para el desarrollo de políticas públicas de turismo sostenible».

No olvides dejarme tus comentarios, dudas y requerimientos al final del post. Me serán de gran ayuda para enriquecer mis contenidos. ☺

Hasta la próxima entrega.

Guía para diseñar una matriz de actores para una estrategia de comunicación

Hace algunas semanas participé junto con la municipalidad de mi ciudad, la Universidad pública y varias organizaciones sociales, de una actividad de mapeo de actores para la planificación estratégica

Esta matriz o sociograma, consiste en un diseño visual que permite mapear las vinculaciones entre actores, sus intereses y sus capacidades frente a la solución de un problema o necesidad.

Lo bueno de esta metodología es que se puede utilizar una versión acotada, para trabajar estrategias específicas, y es posible realizarla en grupos pequeños o grandes, presencial o a distancia.

Entonces me pareció una gran oportunidad compartirles esta experiencia, aplicada al diseño de estrategias de comunicación para el desarrollo de manera participativa, y dejarles una guía paso a paso para que lo puedan hacer por ustedes mismos.

Intentaré sistematizar para mis lectores algunos puntos claves que pueden apuntar para vuestros planes de comunicación.


Objetivo del mapa de actores:

Describir las redes de interacción para la gestión de la información y los datos, y visualizar los intercambios comerciales, de conocimientos y de recursos.

Primer paso: Definir el grupo de trabajo que ayudará a mapear los actores

Esto se puede hacer con personas representativas de distintos sectores involucrados, o al menos con un grupo bastante heterogéneo que tenga conocimientos del problema de comunicación. Si es una Organización, se puede invitar a técnicos de proyectos, voluntarios y algunos tomadores de decisión, teniendo en cuenta la equidad de género, intercultural, representatividad, etc.


Segundo Paso: Definir una pregunta central que responda a nuestro problema o necesidad como grupo, comunidad o institución

En el caso de la municipalidad, utilizamos la pregunta sobre QUIENES son los actores necesarios para impulsar la participación por el buen vivir de la comuna.

En un caso general, habría que preguntarse por los actores necesarios para resolver un problema de comunicación o para satisfacer necesidades comunicativas, y los actores que si o sí intervendrían en el proceso de comunicación, así como aquellos que serían afectados o impactados por los resultados.

Como sea, siempre esta pregunta tiene que estar acotada y descripta desde la realidad y particularidad de cada institución o grupo, teniendo en cuenta que estamos mapeando actores y sus redes de interacción.


Tercer paso: Preparar el escenario de trabajo y los recursos necesarios para facilitar el trabajo visual de construcción del mapa

Para este paso, bastará un espacio cómodo, una pizarra o papelógrafo, papel, anotadores y marcadores.

También se puede hacer con programas informáticos o el típico Word o similar en tu oficina, luego compartir el documento con google docs y animar a tus colegas para que te ayuden a completarlo, realizando sesiones virtuales de trabajo.

No es lo ideal cuando se trata de grupos no acostumbrados a trabajar con herramientas digitales, pero es una buena opción cuando se trabaja a distancia, y cada vez será más útil aprender a integrar ambas técnicas.

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Cuarto paso: Realizar la dinamización de las conversaciones y procurar una facilitación gráfica accesible.

Tanto si es un grupo pequeño, grande o dos técnicos solos en la oficina, procura dibujar y utilizar recursos para facilitar la visibilidad del mapa de actores, cómo se relacionan, el flujo de conversaciones, la influencia, la relación de poder, de dependencia, y otros factores que surjan durante el mapeo.

Ten en cuenta las herramientas digitales que te pueden ayudar en esta tarea, tanto para la facilitación online como para el registro y posterior intercambio de lo conversado.

Te recomiendo usar infografías, canvas o la clásica plantilla de power point. Y por supuesto, combinar lo digital con los materiales de papelería y lápices y papeles de colores de toda la vida.


Quinto paso: Consolidar los resultados de la facilitación gráfica y construir con ello una base de datos de actores claves.

Para este último paso, vas a necesitar dejar en reposo el mapa construido en los primeros 4 pasos y tomarte este último como una nueva instancia de trabajo, para poder analizar los resultados y las relaciones de influencia mutua entre actores.

En una próxima entrega vamos a explicar cómo realizar este paso y por supuesto, tendré lista una guía y una plantilla súper útil, que compartiré contigo totalmente gratis.

Mientras tanto, ¡tienes tarea que hacer!. Y para animarte a comenzar ya mismo aquí te puedes descargar gratis un check list que he diseñado especialmente para tí.

Mapeo de actores
Descarga el check list aquí

Es importante aclarar que existen distintas formas de mapear actores. Las prisas y la falta de presupuesto, a veces nos obliga trabajar con lo que tenemos a mano, en la oficina o con un grupo de trabajo específico (muchas veces sólo lo realiza el técnico de comunicación y al menos un asistente); pero lo ideal es que se haga a través de un diseño participativo y abierto.

Obviamente, para una estrategia de comunicación para el desarrollo, usaremos esta última opción.

Es una metodología muy práctica, por lo que es mucho más entretenido y dinámico poder conocer y practicar con ella de manera presencial, en un taller o de manera virtual, durante un buen rato de intercambio cafetero vía internet. ☺

Cuéntame qué te ha parecido en los comentarios de este post.

Nos vemos en la próxima entrada. 🙂

Conversaciones sobre comunicación, ciencia y tecnología

Hace muchos años me inscribí en un curso de posgrado de comunicación y ciencia, impartido por un reconocido profesor cubano de la Universidad de la Habana.

En un momento, el profesor hizo una pregunta a todos en la sala respecto de qué es lo que primaba a la hora de comunicar ciencia. Y nos dio tres opciones a elegir:
 
A) La calidad periodística y del contenido

B) El rigor científico y el punto de vista del experto

C) El enfoque desde el lector/público.

 

¿Cuál hubieras elegido tú?

 
Había que levantar la mano para cada una de las opciones y yo yo fui la única que levanté la mano en la opción tres. El profesor cubano me miró con asombro y me gritó: «Terrorista»!!. Claro, en tono broma de un cubano que hablaba de ciencia abierta en aquella época

Finalmente, mi opción era la más acertada. Esto que ahora parece tan obvio, no lo era hace más de diez años, cuando Internet aún no era lo que es hoy.

Recuerdo esta anécdota porque hace poco participaba de un curso online denominado «Investigación científica 2.0.1: procesos clave en una sociedad digital», de la plataforma MOOC Miriadax, y aunque han pasado tantos años de aquel primer contacto con el mundo de la comunicación científica hasta hoy, veo que mi profesor cubano era un visionario.
 
¿Por qué me interesa la comunicación científica? Porque me interesa todo aquello que sea abierto, accesible y colaborativo. Y creo que la ciencia, la cultura y el conocimiento son las mejores opciones que las personas pueden tener para mejorar sus espacios y sus vidas.

comunicación, ciencia y tecnología

Uno piensa en CIENCIA, y piensa que eso es cosa de CIENTÍFICOS, o cosa de EXPERTOS, o cosa de SABIOS o ESTUDIOSOS. Pero la ciencia, es parte de la sociedad y del día a día de nuestra realidad.

Pensemos por ejemplo en dos campos científicos que nos afectan directamente a nuestra vida cotidiana:

Uno es la SALUD, y el otro es la ALIMENTACIÓN

Claramente la ciencia y todo el conocimiento acumulado a lo largo de los años ha sido fundamental para el desarrollo de soluciones, productos y beneficios para cada una de estas necesidades del ser humano.

Sin embargo, así como cada modelo de desarrollo supone un modelo de comunicación general, la ciencia como institución de estos modelos imperantes también ha incorporado el modelo de comunicar, tradicionalmente unidireccional y verticalista, con control de la información y los contenidos.

Entonces cuando vamos al médico, y éste nos receta algo, enseguida hacemos lo que él o ella nos dice y compramos los medicamentos que nos indica. Bueno, al menos esto hacía yo antes. Hasta que un día me di cuenta que iba muy seguido al médico, que todos los años me enfermaba igual y que siempre me recetaba lo mismo. (la clásica Amoxicilina 500 y el Jarabe para la tos)

Pero me curaba de una y me enfermaba de otra. El estómago, el hígado y otros etcéteras.

Entonces me di cuenta que no podía dejar mi SALUD 100% en manos de los expertos, y tenía que apropiarme de información y conocimiento para mejorar mi calidad de vida. No digo que no hay que ir al médico, digo que hay que empoderarse, y para eso está el conocimiento y la capacidad de estar bien informada, gracias al contexto que brinda Internet y las Redes Sociales.

Así fue que investigué, aprendí cosas nuevas y conocí otras personas expertas con distintos puntos de vista. Cambié mi alimentación y aprendí el valor de la cadena alimentaria, de los nutrientes, de los conceptos de salud y enfermedad y un sinfín de cosas que me hicieron falta saber primero, a título personal, luego por mi trabajo y profesión, que ya saben que es la comunicación estratégica.
 
COMUNICACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
 
Gracias a la tecnología, se han ampliado los espacios de intercambio de información y de adquisición de conocimiento. Algunos de esos espacios son:

*las comunidades digitales temáticas,
*las comunidades de prácticas
*las redes de intercambio de todo tipo.
 

Experiencias de comunidades digitales de práctica como los grupos de investigadores de ciencia en abierto, comunidades temáticas compuestas por madres que dan consejo de salud y comparten su experiencia con otras, redes de intercambio entre jóvenes que acceden a información de sexualidad a través de aplicaciones y juegos móviles, o grupos de profesores y estudiantes que comparten contenidos en los MOOCS COMO ESTE QUE ESTOY HACIENDO YO.
 
Por supuesto, no todo esto es ciencia y no todo está disponible o accesible en Internet. Pero, sí es cierto que son espacios de intercambio y socialización del conocimiento, donde se dan procesos de comunicación de la ciencia. Porque una cosa es el modelo de difusión de la ciencia, y otra, los espacios de intercambio de información y de cocreación del conocimiento.

Con el desarrollo de la tecnología ocurren muchas cosas que facilitan que, sin perder el rigor científico (definamos rigor) ni la seriedad de las investigaciones, la ciencia pueda finalmente estar al servicio de la sociedad y trabajar la comunicación desde un modelo abierto, participativo y desde el beneficiario/usuario, tal como nos decía nuestro profesor cubano hace más de diez años.
 
 
Así que feliz de que esto ocurra y que existan cada vez más instituciones, gobiernos y organizaciones que trabajen con ciencia y tecnología, y que se animen a innovar y buscar mecanismos creativos de comunicación social y pública de la ciencia, dejando espacio para la participación del usuario.
 
De esto les hablaré en otro post, es decir, de las estrategias de comunicación científica innovadoras, algunas muy interesantes que compartimos en el MOOC, y otras que conozco por cuenta propia.
 

¿Y por qué hago yo estos MOOCS? Bueno, sinceramente no soy una estudiante aplicada.;) Más bien los uso para actualizarme en algunos contenidos, para investigar las tendencias en algunos campos de estudio, y conocer las conversaciones de los participantes en los foros. Ya saben CONVERSACIONES DIGITALES, tal el nombre de este blog, que luego yo analizo, redacto contenidos para compartir en el blog y/o utilizo para estrategias de comunicación para proyectos, marcas, instituciones-
 
Si te interesan estos temas o quieres saber más sobre comunicación, tecnología y estilo de vida, no te pierdas mis conversaciones digitales en Twitter. Aquí o aquí
 

Guía de recomendaciones para innovar en organizaciones

La palabra innovación está muy de moda en el mundo del emprendimiento, de la empresa, de la tecnología y de las comunicaciones en general. Normalmente, se la utiliza de manera muy amplia y su uso abarca una serie de connotaciones positivas.

Tal vez por ello, y motivadas por las nuevas dinámicas relacionales que proveen las tecnologías de la información y la comunicación, poco a poco las organizaciones sociales y las instituciones públicas, están comenzando a generar iniciativas con una clara intencionalidad de cambio y de innovación.

Pero cuidado, si no se la gestiona bien, puede generar una ilusión desmedida al principio de cada proceso, desencadenar escepticismo o desilusión, y perder una importante oportunidad de mejora.

En muchos casos, estas iniciativas de innovación se quedan en buenas intenciones, sin medición y sin estrategias de ejecución.

Para empezar, es importante reconocer 3 componenentes esenciales de un ecosistema social, intra e interinsticional que servirán de base para todo proceso de innovación.

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Definiciones y precisiones

Según el manual de Oslo de la OCDE, innovar es gestionar el conocimiento para crear o mejorar un producto, un servicio, o un proceso, siempre que genere valor y se obtenga éxito en el mercado.

Si la innovación es tan importante como factor de competitividad, en principio no parece aplicable a sectores diferentes a la empresa, tal es el caso de las instituciones públicas y las organizaciones sociales.

No obstante, es posible realizar algunas analogías prácticas.

Hablar de innovación queda bien, pero, ¿sabemos qué es y cómo emplearla dentro de una institución pública o una organización social?

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LA GUÍA: 6 ideas básicas a considerar antes de empezar a innovar en una organización o institución:

1. Crear y fortalecer una cultura del conocimiento.
Toda innovación parte de la base de producir y/o reutilizar conocimiento nuevo o disponible, para crear valor y soluciones. Esto implica entonces que antes de cualquier proceso de innovación hay que revisar la base del conocimiento disponible, cómo gestionarlo, quiénes lo harán y qué procesos se llevarán a cabo para producirlo, captarlo o reutilizarlo.

2. Definir el tipo de innovación a desarrollar
Una innovación puede ser de producto, de un servicio, o de un proceso. En el caso de las Organizaciones sociales, tiene más sentido hablar de innovación de servicios (fin social por el cual fue creada y que genera beneficios a la sociedad) o de procesos (organizativos- administrativos, modelo de generación de ingresos y sostenibilidad).

3. Diferenciar el ámbito de innovación (macro-micro)
En un nivel macro, las organizaciones sociales resultan innovadoras, al punto que entregan valor social al atender a problemas no convenientemente atendidos. El desafío es poner la mirada en el nivel micro y asumir la idea de innovación desde la propia Institución, incluso desde la asociatividad de varias instituciones que trabajan sinérgicamente sus objetivos y proyectos.

En este sentido, podemos hablar de innovación abierta, innovación en el diseño de servicios, innovación social, innovación tecnológica, innovación de procesos internos, etc.

4. Reconocer las barreras y los límites para la innovación
Una de las más fuertes barreras y limitaciones que tiene que sortear una iniciativa de innovación en las organizaciones es la dependencia de fondos públicos. Otra, derivada de la anterior, es el poco espacio, tiempo y recursos, dedicado a estas iniciativas dentro de la agenda de una organización social, priorizando los esfuerzos a la búsqueda de subsidios y subvenciones.La idea es reconocerlos, y de esa manera, medir la factibilidad del proceso de innovación y la manera de sortear dichos obstáculos.

5. Definir los valores y resultados esperados dentro de una estrategia de innovación
Esto sería una condición básica. Pero la innovación tiene que generar valor. Y si se trata de una Organización social o una Institución, el valor es el percibido por un grupo social o comunidad beneficiaria del servicio o fin por el cual fue creada, y que se logra con las actividades y proyectos (el programa de campo, o programa general) que desarrolla la institución.

Valores como la eficacia, la eficiencia, la sostenibilidad, la transparencia, pueden ser considerados como válidos para un proceso de innovación. No basta con la generación de ideas y la creatividad. Estas tienen que resultar en beneficios reales y medibles a nivel social, primero, y que por consiguiente, beneficien la imagen, el apoyo social, y la sostenibilidad de los proyectos de la Organización.


6. Planificar operativamente el proceso de ejecución de la innovación
Una vez desarrollada la estrategia, es necesario adjuntar un plan operativo que guía el proceso de actuación y ejecución de la innovación. Una forma práctica de realizar este paso, es dividiendo el proceso en etapas de manera gráfica y utilizar colores diferentes para cada una de ellas, definiendo plazos (calendario) y recursos asignados (humanos, materiales) para cada acción y actividad.

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7. Reforzar los sistemas de comunicación interna y externa.

Finalmente, y no menos importante, es revisar los sistemas de comunicación interna y externa a nivel institucional.

Una idea muy útil es comenzar revisando la lista de prioridades de la agenda organizacional, que suele estar en torno a conceptos como la transparencia, la gestión y generación de recursos y el logro de resultados, y revisar dónde están los componentes comunicacionales en cada ámbito. Una vez hecho esto, valorar si es posible incluir un enfoque transversal de innovación y comunicación que apoye todo el proceso, desde la generación de ideas, hasta su implementación y validación.

CONCLUSIÓN

Hasta aquí he intentado resumir y sistematizar de manera práctica un enfoque para gestionar la innovación y la comunicación en organizaciones sociales, como procesos sinérgicos y complementarios. Cada etapa implica otras acciones a desarrollar.

El proceso de innovación es un proceso de comunicación, por lo que es importante tener en cuenta las sinergias, el feedback y el entendimiento en todo el camino, de ida, de vuelta y en toda la red discursiva del mismo.

Espero que esta guía sea una buena herramienta para comenzar a pensar e investigar la posibilidad de innovar en estas instituciones, desde otros enfoques y experiencias.

Bibliografía:

Rodríguez Blanco, E. y otros. “Innovar para el cambio social, de la idea a la acción”. España http://aefundraising.org/upload/07/60/Innovar_para_el_cambio_social.pdf

Organisation for Economic Co-operation and Development, (OCDE) Oslo Manual

CEPAL (2010). De la innovación social a la política pública. Historias de éxito en
América Latina y el Caribe. Oficina regional para América Latina, Santiago, Chile.